La Comunidad Autónoma de Canarias tiene constitucionalmente reconocido un régimen económico-fiscal especial que resulta fundamental para compensar las carencias que padecen las Islas respecto a otros territorios dada su lejanía geográfica y su condición de región ultraperiférica europea. Desde su implantación, ha permitido a la economía canaria competir frente al resto de territorios, estando presente en el día a día de los isleños, contribuyendo, por ejemplo, a pagar menos por el consumo del agua, de la luz o del teléfono.
El Impuesto General Indirecto Canario (IGIC), la Zona Especial Canaria (ZEC) y la Reserva para Inversiones en Canarias (RIC) son algunos de los aspectos más destacados del REF, si bien existen otros muchos menos conocidos. También contribuye a atraer a empresas al territorio, alentadas por las distintas exenciones e incentivos fiscales de los que se beneficiarían en este territorio frente a otros, lo cual, a su vez, deriva en una mayor creación de empleo en el Archipiélago. No obstante, la inseguridad jurídica que ha afectado al REF por las recientes vulneraciones ha ralentizado la recuperación económica de Canarias tras los devastadores efectos provocados por la pandemia de la Covid-19.
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